
El profeta Isaías nos habla de un castigo consecuencia del pecado y de la maldad en el corazón del ser humano, pero también ofrece esperanza con la llegada del príncipe de paz.
Incendios, guerras civiles, desastres naturales y también los provocados por el hombre, son titulares en los noticieros en todo el mundo.
Hay noticias que muestran versiones distintas de acontecimientos y también hay noticias que demuestran realidades de los hechos.
Dios es un Dios de amor, pero también es un Dios con fuego consumidor. Los justos juicios de Dios, no deben ser juzgados por el ser humano así ligeramente porque deben ser tratados como algo serio y con responsabilidad personal.
El juicio de Dios, generalmente viene, después de una gran y profunda misericordia que advierte: La paga del pecado es muerte. Pero debemos entender que Dios no quiere que nadie perezca sino que todos procedan al arrepentimiento. Ese dolor por haber pecado.
Los casos que presentan las Escrituras vamos a verlos en contexto al juicio que se avecina sober la gran ciudad: Babilonia.
Veremos como el león rugiente tiene la figura, en la guerra espiritual, del diablo.


